lunes, 9 de mayo de 2011

TENIA QUE SOLTAR LASTRE

Tenía que expulsarlo. Tenía que soltarlo… Deshacerme de él.
Dejar este sentimiento que me ahoga en la garganta. Que me corta la respiración. Que me ciega los ojos y me nubla la mente. Paraliza mis manos, derrumba mi confianza y rompe mis piernas. Quisiera poder describirlo pero apenas tengo fuerzas para escribir. Ni ganas. Ni energía, ni aliento. Ni momento.
Aún no sé lo que siente un brote al quebrarse. ¿Cómo podría describirlo entonces?
Como poder decir que hoy el sol calienta a lo lejos. Tan sólo a lo lejos. Con incierta luz difusa que tiene un brillo ligero, pero especial. Como si abrieses despacio una ventana, allí a lo alto, y al abrirla…
Espera, siente tus labios, rojos, húmedos, ardientes y temblorosos. Cierra la ventana.
El aire secó tus labios y el sol se escondió entre las nubes. ¡No ahogues al sol! Tiene que sentirse libre para huir cuando le plazca. Necesita ir a visitar otro horizonte mientras duermes. No le ates. Se irá cuando deba hacerlo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

¿Que te apetece comentar?